Un actor decisivo en el hecho educativo es el docente, y el lugar por excelencia donde se juega el proceso educativo es el aula, donde tiene lugar la interacción entre el docente y los alumnos. La profesión docente en el Perú tiene una doble percepción social. Por un lado, se considera que el maestro puede todo, atribuyéndosele infinidad de funciones sociales. En contraste, hay otra percepción de la docencia como una profesión de bajo prestigio social, que se expresa en sus actuales escasos salarios, en la idea generalizada de que cualquier persona puede ejercer la docencia sin haber recibido formación pedagógica y en la falta de estímulos para actualizarse, mejorar su trabajo e innovar. La profesión docente tiene bajos niveles de valoración social, contribuyen a ello en contraste con la acción de muchos buenos docentes, una percepción de baja calificación profesional y de conductas autoritarias en el aula, agravada, sobre todo en medios rurales, con ausentismo laboral, incumplimiento de funciones y casos de intemperancia alcohólica. Asimismo, se da la proliferación y heterogeneidad de Instituciones formativas, cuya acreditación deja mucho que desear. En ellas se dan énfasis diferentes a aspectos fundamentales de la formación inicial, por ejemplo, las Universidades conceden a lo disciplinario en detrimento de lo pedagógico, mientras que los ISP dan mayor peso a lo pedagógico que al disciplinario, esta percepción desmotiva a los egresados de secundaria a elegir la carrera docente o alientan a que quienes acceden a ella, lo hagan como segunda opción.
El SUTEP en vez de presentar alternativas que contrarreste la precaria formación inicial y continua profesional y condición laboral docente, incremento del presupuesto al sector educación, mejorar la imagen del docente, planteamientos o alternativas para mejorar la calidad educativa etc. utiliza como caballito de batalla “la gratuidad de la educación”, aludiendo que se privatizara la educación, si analizamos la gratuidad esta asegurado por la Constitución Política del Perú y la Ley General de Educación, pero si los maestros clasistas reclaman la gratuidad de la enseñanza “en defensa de la educación publica”, plantean la derogatoria del la LGE, porque según ellos es privatista, pero si un buen porcentaje de los hijos de estos maestros luchadores del SUTEP estudian en los Colegios particulares ¿será que no tienen confianza en el profesionalismo de sus propios colegas de las II.EE. Publicas?, hasta se atreven equivocadamente utilizar como símbolo de lucha en sus banderolas rojas con letras amarillas a J.C. Mariategui pero lo que ellos no saben es que Mariategui matriculo a sus hijos en el “Colegio Particular Anglo Peruano”; en el cual colaboraron algunas de la inteligencias más lúcidas del Perú de entonces (Haya de la Torre, Raúl Porras Barrenechea, Jorge Guillermo Leguía, Jorge Basadre).
También existen docentes de las II.EE. publicas que laboran en las tardes o noches en las II.EE. Privadas, el contraste es lo siguiente: para dictar clases en las II.EE. publicas van a la carrera, llegan tarde, no preparan su diario de clase, ni sus materiales didácticos, pero para laborar en la II.EE. privada van bien presentables, preparan su diario de clases, están puntuales. La tendencia es que en estos últimos años se ha incrementado la apertura de II.EE. de Gestión no estatal (76,8% de gestión Estatal y 23,2 de gestión no estatal). De otro lado las IIs.EEs. Privadas, no cumplen con el DCB del MED, explotan al docente exigiendo laborar fuera del horario establecido para pagarles la 3ra parte que paga el sector público, es que estos promotores o empresarios no tienen en cuenta que la educación es una función social y no tan solo un negocio.
Estoy convencido de que el SUTEP dentro del sistema educativo debe desempeñar un papel fundamental, pero para ello deben hacer una reingeniería en su estructura y estrategia, y no deben luchar por intereses personales o políticos con planteamientos calcinados, esperemos con la implementación del CPPe mejore esta problemática ya que brindara a su miembros servicios profesionales, culturales, sociales y de defensa, en cumplimiento de la normas éticas y deontológicas de la profesión así como de las normas legales.
¿Que significa ser un profesor?, es ser un agente fundamental del proceso educativo que tiene como misión contribuir eficazmente en la formación de los estudiantes en todas las dimensiones del desarrollo humano. Por la naturaleza de su función la permanencia en la carrera pública docente exige al profesor idoneidad profesional, probada solvencia moral y salud física y mental que no ponga en riesgo la integridad de los estudiantes.
¿Cual debe ser la función social de la docencia en el Perú?, la docencia cumple una función social que consiste en garantizar, junto a las familias e instituciones educativas, la reproducción y renovación del capital cultural de la sociedad (conocimientos, valores, tradiciones) de generación en generación y preparar a sus miembros para las ocupaciones que la sociedad demanda para su transformación permanente. Su profesión lo vincula a valorar las necesidades y potencialidades de las personas para formarlas como protagonistas de un estilo de desarrollo integral, centrado en el ser humano y con responsabilidad ecológica frente a su entorno. La función del docente como promotor del desarrollo es muy significativa para nuestro país donde la pobreza, la falta de oportunidades, el desaliento y otros problemas merman las potencialidades de las personas y colectivos para construir salidas eficientes y sostenibles a sus problemáticas. En este sentido, se trata de profesionales preparados para educar con imaginación en contexto de pobreza y discriminación.
Una característica fundamental de la función social se relaciona con la demanda desde la sociedad y del proceso de la globalización para que cumpla el rol de promotor de la interculturalidad (identidad). Esta función representa una exigencia a la profesión para mantener una permanente atención y valoración de los aportes de la diversidad sociocultural en las escuelas, de las comunidades locales, de la sociedad en general y también del mundo.
¿Cómo debe ser un buen docente?; ¿Qué debe saber el buen docente? el docente debe conocer el contenido de su enseñanza y el modo como ese contenido puede tener sentido para el estudiante; el docente debe saber hablar en un lenguaje comprensible y promover el diálogo con los estudiantes (es decir, debe saber comunicar y generar comunicación), el docente debe plantear y obedecer unas reglas de juego claras en su relación con los estudiantes y estar dispuesto a discutir esas reglas, así como respeto de las características generales e individuales de cada uno de sus estudiantes.
¿Como debe actuar el buen docente? la gama de tareas del docente incluye la planificación de sus actividades, teniendo presente las características de los destinatarios de la educación, las del entorno en que viven y las de la sociedad que deberán enfrentar. También incluye la capacidad para establecer ambientes de aprendizaje que facilitan la participación e interacción entre alumnos y profesor; la creación de herramientas de evaluación apropiadas que le permitan, por una parte detectar las dificultades de sus alumnos y alumnas, en consecuencia apoyarlos y, por otra parte, evaluar el efecto de su propia estrategia de trabajo. Finalmente incluye formar parte constructiva del entorno en el que trabajo, compartir y aprender de y con sus colegas y relacionarse con los padres de familia y otros miembros de la comunidad circundante.
¿Qué resultados debe lograr el buen docente en su práctica profesional? en todo ámbito de su quehacer profesional se esperan resultados, el aprendizaje y el crecimiento personal y afectivo de sus estudiantes, es el principal, pero también espera que sus colegas se sientan apoyados y consideren que su colaboración es responsable y eficaz respecto a la tarea colectiva e institucional. Se espera, así mismo, que los padres de familia se sientan satisfechos con la calidad de su servicio y con su compromiso profesional. Toda la sociedad espera tener pruebas de la búsqueda de su excelencia personal y ética y de su crecimiento profesional.
Por: Lic.Adm .Percy Jhony HUAMANÍ CÁRDENAS (*)
(*) Asesor y Consultor de Instituciones Públicas y Privadas.